domingo, 13 de febrero de 2011

CCOO, citas de Lenin y el dogmatismo antidogmático

"Tampoco pueden no parecernos ridículas, pueriles y absurdas las muy sabias, importantes y terriblemente revolucionarias disquisiciones de los comunistas de izquierda alemanes sobre este tema, a saber: que los comunistas no pueden ni deben militar en los sindicatos reaccionarios, que es lícito renunciar a semejante acción, que hay que salir de los sindicatos y organizar sin falta "uniones obreras" nuevecitas, completamente puras, inventadas por comunistas muy simpáticos (y en la mayoría de los casos, probablemente muy jóvenes), etc., etc."
Vladimir Ilich 'Lenin', "La enfermedad infantil..."


A raíz del acuerdo de CCOO y UGT con el Gobierno de Zapatero se ha producido una importante convulsión en la izquierda, y muy especialmente entre las y los jóvenes de izquierdas (que lo padeceremos), por todas las contradicciones que ha evidenciado el acuerdo. La más curiosa, la más peligrosa, ha sido la confusión de víctimas y victimarios. El pésimo papel de CCOO y UGT ha supuesto el bombardeo a los sindicatos como inservibles, como culpables, y desde la izquierda al PCE como responsable de lo que hace (o, mejor dicho, de lo que deja de hacer) CCOO. Y se logra el malabarismo: el Gobierno sale fortalecido, presumiendo de sus medidas neoliberales; y el movimiento sindical más dañado que nunca, en un momento en que, por el bombardeo de reformas neoliberales, la unidad de la clase trabajadora se hace precisamente más importante que nunca; y la presencia de los comunistas (de todos) más necesaria en los sindicatos mayoritarios.

Y surgen por doquier los descubridores de una fórmula tan vieja y manida como el propio sindicalismo amarillo: "¡Hay que crear algo nuevo!". La víscera manda, y el cerebro calla por vergüenza. Con lúcidas y valientes excepciones, como el artículo de Román Alonso en Rebelión"Comisiones Obreras y los límites del sindicalismo".

Y la víscera responde. Manolo Muñoz Navarrete, en su artículo "Comisiones Obreras y los límites de la vergüenza", repite de nuevo la solución visceral de destruir a la falsa izquierda por el bien de la verdadera. ¡Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!

No voy a entrar en contraatacar a mi querido Manolo. No porque sus argumentos no lo merezcan, sino porque releyendo el artículo de su ¿compañero? Román Alonso me doy cuenta de que se defiende por sí solo. Manolo sólo descontextualiza (en el sentido literal del término) frases que tienen defensa leyendo el texto en su conjunto. Así que me remito a recomendar de nuevo la lectura de "Comisiones Obreras y los límites del sindicalismo" (y si puede ser después de leer a Manolo, mejor).

Pero sí voy a entrar en la crítica que hace Manolo a una cita a Lenin. En un debate muy anterior con él, inacabado porque el lugar no era el apropiado, Manolo ejemplificaba el revisionismo de mi organización en nuestra defensa de CCOO como espacio de referencia para la lucha sindical. Yo cité "La enfermedad infantil..." de Lenin. Y el dogmatismo leniniano, aquel que aludía a debates soviéticos para justificar cada acción, dio un vuelco y se volvió antidogmático, y una referencia eterna a los contextos para justificar cada acción. Además, he visto reminiscencias de aquel debate no zanjado al leer hoy un artículo de Daniel Adam que se remite a un argumentario que supuestamente ya ha demostrado la invalidez de la cita a Lenin que hace Román Alonso.

He aquí la cita polémica: No actuar en el seno de los sindicatos reaccionarios significa abandonar a las masas obreras insuficientemente desarrolladas o atrasadas a la influencia de los líderes reaccionarios, de los agentes de la burguesía, de los obreros aristócratas u 'obreros aburguesados'”

El dogmatismo no es citar al clásico, aunque suela adoptar esa forma. El dogmatismo es un ejercicio de no hacer ejercicio intelectual; es recurrir a fórmulas simples o modelos para afrontar realidades complejas y siempre variantes; es el uso del copia/pega para no tener que pensar.

Así, recurrir a Lenin, Mao o Fidel para dar sentencias sobre la Ley Sinde tiene tanto peligro como abordar cualquier problema actual obviando su experiencia histórica. Como dice Álvaro Cunhal "El marxismo-leninismo es, por un lado, intrínsecamente antidogmático; y por otro lado, contrario a la elucubración teórica que no tiene la práctica y la experiencia como fundamento sólido."[1]

Manolo descontextualiza a Lenin en su intento de contextualizarlo. Lo trata de contextualizar históricamente para demostrar su falta de vigencia, pero elude entrar en el texto, en su sentido, y en la validez de sus enseñanzas. Y su postura está rebatida desde hace un siglo en "La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo". Y, más concretamente, en el capítulo titulado "¿Deben los revolucionarios participar en los sindicatos reaccionarios?" (cuya lectura recomiendo, p. 22), en que Lenin -en su tiempo- acusa de frases vacías las posiciones que defienden -desde la víscera- no participar en los sindicatos burocráticos.

Paradójicamente, Lenin escribe este texto para enfrentar las posiciones izquierdistas a nivel internacional subrayando los aprendizajes generales de la revolución bolchevique que él considera válidos para otros contextos[2]. Es más, Lenin termina el capítulo recomendando a la Internacional prohibir la no participación en los sindicatos reaccionarios (P. 29).

Una de las cosas que más trabajo cuesta entender entre la extrema izquierda es la separación entre frentes de masa y organizaciones de vanguardia que hace Lenin, y en gran medida de la identificación de sendos ámbitos nace la confusión que aspira a crear frentes de masa (sindicatos por ejemplo) de vanguardia. Es decir: Lenin subraya por un lado la necesidad de una organización política firme en sus objetivos y flexible en la forma de conseguir esos objetivos, desde posiciones de clase, en la que lo que prima es la coherencia y la práctica política consecuente con esos intereses (aunque esto reduzca la amplitud del partido) y que persiga la toma global del poder en todos los ámbitos (no sólo desde la combatividad -consustancialmente reformista- de todo sindicato, que de forma aislada no lograría la revolución por combativo que sea si no es como parte de una estrategia global).

Por otro lado, no menos importante que la firmeza de sus principios es que la práctica de esa organización política se dé desde la ligazón con las masas, actuando en los frentes donde participa mayoritariamente la clase, las grandes masas, aprovechando los resquicios existentes en los propios aparatos del Estado que posibilitan la reproducción del sistema capitalista. Ligazón que permite, además de influir y educar (sobre todo influir y educar), atraer a los cuadros más concienciados de esos frentes, y entender los ritmos que la gente común, la gente real, está dispuesta a llevar en cualquier lucha (no dejando largos espacios entre masa y vanguardia, sino caminando codo con codo).

Así, la acción de un grupo especialmente concienciado (gracias, en parte, a su separación de la clase en sus debates) se concreta en un ámbito especialmente poco concienciado, espontáneo, reformista por definición, reflejo del discurso de la clase dominante, pero muy amplio, en que la propia clase, sometida ideológicamente a las dinámicas impuestas por el Estado tiende a participar mayoritariamente. Y desde una pedagogía cotidiana, partiendo del interés inmediato, del conflicto particular y concreto, va aprendiendo del ejemplo de los sectores -minoritarios- concienciados, desarrollando una práctica revolucionaria y no reformista; estratégica y no espontánea[3].

Las y los revolucionarios consecuentes en minoría no tienen nada que hacer. Las grandes masas, sin conciencia, tampoco. Ambos grupos, si no entran en una unidad contradictoria, quedan imposibilitados -uno por falta de capacidad de influencia, otro por falta de conciencia- para la superación de la explotación estructural.

Dice Manolo que hay que entender que no es igual la situación actual a la de los ultraizquierdistas alemanes a los que critica Lenin, ni al contexto de la táctica entrista de CCOO en el sindicato vertical franquista, y que en una democracia burguesa la cosa cambia. Aquí hay que leer a Marcelino Camacho y sus "Charlas en la prisión. El movimiento obrero sindical", un texto muy breve e imprescindible para conocer la experiencia histórica del movimiento sindical en España (es decir, para contextualizar y para que quienes desconocemos la práctica sindical en profundidad podamos hablar con alguna base).

Dice Camacho: "La debilidad y la ineficacia del movimiento obrero sindical pueden proceder, con toda seguridad, de su atomización, de su división en varias centrales sindicales que compitan entre sí y que, al actuar sobre la misma base de trabajadores, lleguen a enfrentarse en ocasiones. Además, la patronal siempre se encarga de exasperar al máximo las posibles diferencias.

Con frecuencia se confunde pluralismo político con pluralismo sindical y se considera a ambos como naturales y lógicos dentro de la democracia. Incluso no falta quien opone libertad sindical a unidad en la libertad. Pero, sin embargo, ninguno de los defensores a ultranza de estas tesis ha invitado a los patronos a tener varias Cámaras de Comercio e Industria o varios Sindicatos Patronales, compitiendo y enfrentándose entre ellos, para considerar que eso es ser verdaderamente libres." (P.31)

Y a este texto también se le puede acusar de descontextualizado. Puede haber quien diga que el trabajo en CCOO es más difícil que en el sindicato vertical, que en la dictadura (¡¿?!). Y a Marcelino me vuelvo a remitir (dogmáticamente) en el año 1996, cuando la puñalada y la traición hacía presencia años atrás dejando a Camacho fuera de la presidencia honorífica de CCOO[4]. Decía entonces, cuando la úlcera sangra y el cerebro del común de los mortales se nubla:

"No considero que los que han estado en posiciones encontradas sean enemigos. No considero que esto deba determinar una ruptura ¡en absoluto! de la unidad de CCOO. No considero que los militantes amigos... algunos me llaman por teléfono diciéndome que van a dejar el carnet, que tal y que cual ¡Al contrario! Hay que continuar más que nunca, y hay que ir a la creación de una sola central sindical, más allá de la unidad de acción (aunque ahora sea un poco en la inacción)" Min. 7:30



[2] "Partiré de nuestra propia experiencia conforme al plan general del presente folleto, que tiene por objeto aplicar a la Europa occidental lo que la historia y la táctica actual del bolchevismo contienen de aplicable, importante y obligatorio en todas partes" Op. cit.
[3] "Temer este "espíritu reaccionario", esforzarse por prescindir de él, por saltar por encima de él, es una inmensa tontería, pues equivale a temer el papel de vanguardia del proletariado, que consiste en educar, instruir, preparar, traer a una vida nueva a los sectores más atrasados de las masas obreras y campesinas." Op. cit.
[4] También dice Manolo que en 1920, en el II Congreso de la Internacional, Lenin dice que los sindicatos habían sido colaboradores de la dictadura, y lo muestra como ejemplo de supuesto cambio de postura. No cae en la cuenta de que "La enfermedad infantil..." no sólo es de 1920, si no que Lenin la escribe a marchas forzadas entre abril y mayo de ese año para garantizar que cada delegado a la Internacional tuviera una copia. Porque no se trata de un juicio moral de los sindicatos, de si son buenos o malos. Se trata de que, por malos que sean, es un espacio que hay que copar si es allí donde está la clase. Respecto del último punto, sobre la "creación" de CCOO ex novo, a la obra de Macrelino Camacho ya citada me remito.

jueves, 21 de octubre de 2010

Fidel y la ética revolucionaria

"Los nuevos sentimientos no vendrán de Dios
sino de nuestra voluntad y ejemplo.
Si no empezamos nuestra valoración desde hoy
ni mañana ni nunca va a haber tiempo."
Si no es mucho pedir, Silvio Rodríguez

Fragmento del discurso pronunciado por Fidel Castro en el Aula Magna de la Universidad de La Habana el 17 de noviembre de 2005, en el 60º Aniversario de su ingreso en la universidad, en el que habla de la ética y el futuro de la Revolución cubana:

[...] "A mí me ha hecho pensar en estos temas la idea, para mí clara, de que los valores éticos son esenciales, sin valores éticos no hay valores revolucionarios.

No sé por qué los comunistas fueron imputados de la filosofía de que el fin justifica los medios, y a veces, incluso, uno se pregunta por qué no se defendieron más los comunistas de aquella acusación de que el fin justificaba los medios; me lo explico, incluso, por razones históricas, por la enorme influencia ejercida por el primer Estado socialista, y por la primera y verdadera revolución socialista, la primera en la historia, que surge en un país feudal, con hábitos y costumbres feudales en gran parte todavía, analfabeta la mayoría de la población; pero era la primera revolución proletaria a partir de las ideas de Marx y Engels, desarrollada por otro gran genio que fue Lenin.

Lenin sobre todo estudió las cuestiones del Estado; Marx no hablaba de la alianza obrero-campesina, vivía en un país con gran auge industrial; Lenin vio el mundo subdesarrollado, vio aquel país donde el 80% o el 90% era campesino, y aunque tenía una fuerza obrera poderosa en los ferrocarriles y en algunas industrias, Lenin vio con absoluta claridad la necesidad de la alianza obrero-campesina, de la cual no había hablado nadie, todo el mundo había filosofado, pero no había hablado sobre eso.Y en un enorme país semifeudal, semisubdesarrollado, es donde se produce la primera revolución socialista, el primer intento verdadero de una sociedad igualitaria y justa; ninguna de las anteriores que eran esclavistas, feudales, medievales, o antifeudales, burguesas, capitalistas, aunque hablaran mucho de libertad, igualdad y fraternidad, ninguna se propuso jamás una sociedad justa.

A lo largo de la historia, el primer esfuerzo humano serio por crear la primera sociedad justa, comenzó hace menos de 200 años; en 1850 creo que se escribió el Manifiesto Comunista, y faltan 45 años, sí, faltan 45 años para cumplir 200 años, y puede apreciarse después la evolución del pensamiento revolucionario.

Con dogmatismo no se hubiera jamás llegado a una estrategia.Lenin nos enseñó mucho, porque Marx nos enseñó a comprender la sociedad; Lenin nos enseñó a comprender el Estado y el papel del Estado.

Todos esos factores históricos influyeron tremendamente en el pensamiento revolucionario, y hubo desde luego prácticas abusivas y en ocasiones repugnantes. Eso impulsó la calumniosa imputación de que para el comunista “el fin justifica los medios.”

Yo he pensado mucho en el papel de la ética.¿Cuál es la ética de un revolucionario?Todo pensamiento revolucionario comienza por un poco de ética, por un poco de valores que le inculcaron los padres, le inculcaron los maestros, él no nació con esas ideas; igual que no nació hablando, alguien lo enseñó a hablar.La influencia de la familia es también muy grande.

Cuando nosotros hemos estudiado los casos de los jóvenes que están en prisión entre 20 y 30 años, vemos procedencia, niveles culturales de los padres, y tienen influencia decisiva, al extremo de que durante la batalla de ideas, nosotros, haciendo todo tipo de investigaciones sociales de esa índole, arribamos a la conclusión de que el delito en Cuba estaba estrechamente asociado al nivel cultural y al status social de los padres; era increíble el bajísimo porcentaje de hijos de profesionales universitarios e intelectuales que delinquían, como era igualmente increíble el número de aquellos que procedían de familias humildes donde no existía esa base cultural.Otro problema influía mucho:la disgregación del núcleo en una familia humilde de bajo nivel cultural.Algunos hijos no se quedaban ni con el padre ni con la madre, sino con una tía, una abuela con dificultades de salud u otros problemas, esto ejercía notable influencia en el destino del niño.

Fue cuando utilizábamos aquellas brigadas universitarias que visitaban los barrios más pobres, o cuando un día decidimos movilizar 7 000 estudiantes a los que después entregué a cada uno un diploma, los firmé en el avión, venía de África; por el camino, no se sabe las horas interminables en que firmé miles de diplomas, por el valor que le daba a aquel trabajo.Los visitaba en su tarea, y cómo aprendimos.Había que ver qué pasaba allí en la sociedad.Queríamos saber muchas cosas y no las sabíamos: cómo vivía la gente.

Fue en esa ocasión cuando descubrimos que, por ejemplo, una madre podía estar trabajando, recibir un sueldo, tener a la vez un hijo con retraso mental severo, encamado y necesitado de atención todo el tiempo, había que hacérselo todo.Algún familiar se lo cuidaba mientras ella trabajaba.Un día el familiar se marchaba, o moría, y aquella mujer tenía que escoger entre el trabajo, del cual recibía su sustento, o atender al hijo.

Quiero que sepan que aquella vez decidimos que toda mujer en esas condiciones debía optar, según su oficio, según las necesidades e importancia de su trabajo para la sociedad, por recibir el salario por cuidar al niño, o el Estado sufragar el salario de alguien que atendiera a ese niño, mientras ella trabajaba.Es un ejemplo de muchos.

También ayudaron las brigadas de estudiantes a salvar vidas de personas, por ejemplo, que se iban a suicidar por enfermedad mental o depresión por otra causa.¡Cómo descubrimos cosas!Había no sé si 20 000 ó 30 000 personas de más de 60 años que vivían solas y no tenían muchos ni un timbrecito donde avisarle a alguien si sufrían un fuerte dolor en el pecho o cualquier otro problema de esa índole.Esa era la sociedad.

Vimos los ingresos que recibía cualquier ciudadano por pensión o asistencia social. Muchos datos no aparecían en ninguna estadística, no aparecían en ningún censo.Ibamos descubriendo, descubriendo y descubriendo cosas, y haciendo cosas, fraguando ideas.Llegamos a fraguar más de 100 programas sociales, muchos de ellos se están cumpliendo ya hace rato. No hemos estado divulgando lo que se hizo. Qué días gloriosos aquellos en los que, partiendo fundamentalmente de los cuadros de la juventud y con el apoyo del Partido y de todas las instituciones, se desarrolló aquella batalla de ideas en torno al regreso del niño secuestrado en Estados Unidos.

Toda la vida tendremos que estar agradecidos de las circunstancias que aceleraron de tal forma nuestro conocimiento de la sociedad y nuestro aprendizaje. Pienso que tal vez hoy no estaríamos haciendo lo que estamos haciendo si no hubiéramos vivido aquella experiencia.

Creamos el primer curso de trabajadores sociales.Hubo que saber cuáles eran los salarios mínimos. Quiero que sepan que el aumento de este se hizo después de que se había recorrido todo el país, y la asistencia social era un tercio de la que se estableció este año, llevándola a 129 pesos promedio.Fue más fuerte lo que se hizo cuando se elevaron las jubilaciones y pensiones, cuando la mínima se elevó hasta 150, a 190 la siguiente categoría y a 230 la subsiguiente.También el salario mínimo se elevó fuertemente.

Hablábamos de la importancia del factor ético. Habría que investigar las razones de la confusión.Pienso que ocurrieron acontecimientos históricos que influyeron en la idea de que para un comunista el fin justificaba los medios, acontecimientos internacionales difíciles de comprender —los he mencionado en más de una ocasión—, a pesar de todo el antecedente que constaba del intento franco-británico, las dos grandes potencias coloniales, las mayores del mundo, de lanzar a Hitler contra la URSS.Pienso que los planes imperialistas de lanzar a Hitler contra la URSS jamás habrían justificado el pacto de Hitler con Stalin, fue muy duro. Los partidos comunistas, que se caracterizaban por la disciplina, se vieron todos obligados a defender el Pacto Molotov-Ribbentrop y a desangrarse políticamente.

Antes de ese pacto, la necesidad de unirse en la lucha antifascista condujo en Cuba a la alianza de los comunistas cubanos con Batista, y ya Batista había reprimido la famosa huelga de abril de 1934, que vino después del golpe de Batista contra el gobierno provisional de 1933, de incuestionable carácter revolucionario y fruto, en gran parte, de la lucha heroica del movimiento obrero y los comunistas cubanos.Antes de aquella alianza antifascista, Batista había asesinado no se sabe a cuánta gente, había robado no se sabe cuánto dinero, era un peón del imperialismo yanki; pero vino de Moscú la orden: organizar los frentes antifascistas.A pactar con el demonio.Aquí pactaron con el ABC fascista y con Batista, un fascista de otro tipo, un criminal y un saqueador del tesoro público.

Son acontecimientos muy difíciles, pero venían unos tras otros, y los comunistas más disciplinados del mundo, lo digo con sincero respeto, eran los partidos comunistas de América Latina y entre ellos el de Cuba, del cual tuve siempre y conservo un altísimo concepto.

Hoy podemos hablar del tema porque hoy vamos marchando hacia nuevas y nuevas etapas.

Los militantes del Partido Comunista de Cuba eran los ciudadanos más disciplinados, más honrados y más sacrificados de este país, contribuían al Partido; los legisladores del Partido entregaban una proporción de su ingreso, eran la gente más honrada de este país, independientemente de la línea equivocada impuesta por Stalin al movimiento internacional.Cómo culparlos.Póngalos en el dilema de aceptar o no algo, a mi juicio, absolutamente correcto:la unión de todos los comunistas.“Proletarios de todos los países, ¡uníos!”, o romper abiertamente, en aquellas circunstancias, la disciplina.

Y no soy de los que se ponen a criticar a los personajes históricos satanizados por la reacción mundial para hacerles gracia a los burgueses y a los imperialistas; tampoco voy a cometer la tontería de no atreverme a decir algo que tengo el deber de decir un día como hoy.Nosotros debemos tener el valor de reconocer nuestros propios errores precisamente por eso, porque únicamente así se alcanza el objetivo que se pretende alcanzar. Pues sí, se creó tremendo vicio de abuso de poder, de crueldad, y en especial el hábito de imponer la autoridad de un país, de un partido hegemónico, a los demás países y partidos.

Nosotros hemos estado más de 40 años manteniendo relaciones con el movimiento revolucionario en América Latina, y relaciones sumamente estrechas.Jamás se nos ocurrió decirle a ninguno lo que debía hacer.Ibamos descubriendo, además, el celo con que cada movimiento revolucionario defiende sus derechos y sus prerrogativas.

Recuerdo momentos cruciales, lo digo aquí y nada más que una partecita:cuando la URSS se derrumbó y se quedó sola mucha gente, entre ellas nosotros, los revolucionarios cubanos.Pero nosotros sabíamos lo que debíamos hacer y lo que teníamos que hacer, cuáles eran nuestras opciones.Estaban los demás movimientos revolucionarios en muchas partes librando su lucha.No voy a decir cuáles, no voy a decir quiénes; pero se trataba de movimientos revolucionarios muy serios, nos preguntaron si negociaban o no ante aquella situación desesperada, si continuaban luchando o no, o si negociaban con las fuerzas opuestas buscando una paz, cuando uno sabía a qué conducía aquella paz.

Yo les decía:“Ustedes no nos pueden pedir opinión a nosotros, son ustedes los que irían a luchar, son ustedes los que irían a morir, no somos nosotros. Nosotros sabemos qué haremos y qué estamos dispuestos a hacer; pero eso solo lo pueden decidir ustedes.”Ahí estaba la más extrema manifestación de respeto a los demás movimientos y no el intento de imponer sobre la base de nuestros conocimientos y experiencias y el enorme respeto que sentían por nuestra Revolución para saber el peso de nuestros puntos de vista. En ese momento no podíamos pensar en las ventajas o desventajas para Cuba de las decisiones que tomaran: “Decidan ustedes”, y así cada uno de ellos, en momentos decisivos, decidió su línea.

Nosotros somos un pequeño país aquí en el Caribe, a 90 millas del imperio y a unas pulgadas de su base ilegal, mil veces más débil que lo que era la URSS en la época de su pacto con Hitler, o cuando estaba dando órdenes a los líderes de los partidos comunistas.En la época de la República de Weimar, que surgió en Alemania después de la Primera Guerra Mundial, la increíble crisis económica desatada como consecuencia del Pacto de Versalles impuesto a aquel país por Inglaterra, Francia y Estados Unidos, por un lado fortalecía al movimiento revolucionario y por otro a las fuerzas nacionalistas más reaccionarias.

Hitler triunfa electoralmente frente a los partidos burgueses liberales y frente a las fuerzas comunistas combativas y revolucionarias;pero pudo más en esa situación el resentimiento terrible del pueblo alemán por las condiciones leoninas establecidas por los vencedores. Y así es como llega Hitler al poder. Este, en un libro que escribió, había declarado desenfadadamente su propósito de buscar espacio vital en el territorio de la URSS para la raza alemana, a costa de los rusos, a su juicio raza inferior. Todo eso estaba escrito, y el movimiento comunista se educó en ideas y conceptos muy claros contra el nazifascismo.

En nuestro país, después de tantos revolucionarios caídos, siendo los comunistas los más conscientes, los mejores militantes, la gente más honrada, el partido marxista-leninista fue conducido, sin embargo, a aquella alianza con Batista, que tanto reprimió a los estudiantes y al pueblo en general.Los jóvenes eran muy reacios a su poder; los obreros, que veían sus intereses defendidos continuamente por los dirigentes comunistas, eran firmes y leales al Partido; pero en la juventud y en amplios sectores populares había mucho rechazo justificado a Batista.

Pienso que la experiencia del primer Estado socialista, Estado que debió arreglarse y nunca destruirse, ha sido muy amarga.No crean que no hemos pensado muchas veces en ese fenómeno increíble mediante el cual una de las más poderosas potencias del mundo, que había logrado equiparar su fuerza con la otra superpotencia, un país que pagó con la vida de más de 20 millones de ciudadanos la lucha contra el fascismo, un país que aplastó al fascismo, se derrumbara como se derrumbó.

¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se derrumben?¿Pueden o no impedir los hombres, puede o no impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben?Podía añadirles una pregunta de inmediato.¿Creen ustedes que este proceso revolucionario, socialista, puede o no derrumbarse? [Exclamaciones de:“¡No!”] ¿Lo han pensado alguna vez?¿Lo pensaron en profundidad?

¿Conocían todas estas desigualdades de las que estoy hablando?¿Conocían ciertos hábitos generalizados?¿Conocían que algunos ganaban en el mes cuarenta o cincuenta veces lo que gana uno de esos médicos que está allá en las montañas de Guatemala, miembro del contingente “Henry Reeve”?Puede estar en otros lugares distantes de África, o estar a miles de metros de altura, en las cordilleras del Himalaya salvando vidas y gana el 5%, el 10%, de lo que gana un ladronzuelo de estos que vende gasolina a los nuevos ricos, que desvía recursos de los puertos en camiones y por toneladas, que roba en las tiendas en divisa, que roba en un hotel cinco estrellas, a lo mejor cambiando la botellita de ron por una que se buscó, la pone en lugar de la otra y recauda todas las divisas con las que vendió los tragos que pueden salir de una botella de un ron, más o menos bueno.

¿Cuántas formas de robo hay en este país?¿Por qué en los estados de opinión leo todos los días que muchos preguntan cuándo van los muchachos para las tiendas en divisa, cuándo van para las farmacias, cuándo van para aquí y para allá? Se han llenado de admiración y simpatía esos jóvenes trabajadores sociales de origen muy humilde, y muy bien preparados.

Miré aquellos rostros, como puedo mirar estos, y los rostros dicen más que cualquier artículo, dicen más que cualquier libro, dicen más que cualquier cliché.Ustedes conocen muy bien que desde que esta civilización existe, desde que la propiedad privada existe, surgió también la diferencia de clases y que el mundo ha conocido solo la sociedad de clases, lo demás es prehistórico.

¿Y cómo puedo saber que ustedes proceden de sectores humildes? Ninguno de ustedes llegó a la universidad porque fuera hijo de un propietario de importantes extensiones de tierra.

Aquí estamos nosotros, me han hecho el honor de situarme aquí.¿Quién de ustedes tiene por padre a alguien que posea 1.000 hectáreas, o que domine sobre 10.000 hectáreas? No le voy a preguntar a cada uno de ustedes, a mí me basta verlos, si acaso es hijo de algún profesional, algunos de capas medias.Ustedes aplaudieron muy bien porque yo sé de dónde ustedes vienen, y ustedes saben que hoy no hay quién corte caña.¿Y quiénes la cortaban?

También se puede explicar por qué no cortamos caña hoy, no hay quien la corte y las pesadas máquinas destruyen los cañaverales. Los abusos del mundo desarrollado y los subsidios condujeron a precios del azúcar que eran, en ese mercado mundial, el precio del basurero del azúcar, mientras que en Europa pagaban dos o tres veces más a sus agricultores.

Cuando la URSS nos pagaba nuestro azúcar a 27 ó 28 centavos y la pagaba con petróleo, le costaba menos el azúcar pagada con petróleo que el azúcar de remolacha producida casi artesanalmente en los campos de la URSS, un país en el que la economía crecía extensivamente, no intensivamente y, por tanto, nunca alcanzaba la fuerza de trabajo, la remolacha azucarera ocupaba a mucha gente.

Pero vamos llegando —yo he llegado, y hace mucho tiempo— a plantearnos esta pregunta, frente a ese superpoderoso imperio que nos acecha, nos amenaza, tiene planes de transición y planes militares de acción, en determinado momento histórico.

Ellos están esperando un fenómeno natural y absolutamente lógico, que es el fallecimiento de alguien.En este caso me han hecho el considerable honor de pensar en mí.Será una confesión de lo que no han podido hacer durante mucho tiempo. Si yo fuera un vanidoso, podía estar orgulloso de que aquellos tipejos digan que tienen que esperar a que yo muera, y ese es el momento.Esperar que muera, y todos los días inventan algo, que si Castro tiene esto, que si tiene lo otro, si tal o más cual enfermedad. Lo último que inventaron es que tiene Parkinson.

Sí, yo me di una fortísima caída, y todavía estoy rehabilitándome de este brazo (Señala), y va mejorando.Agradezco muchísimo las circunstancias en que me rompí el brazo, porque me obligó a más disciplina todavía, a más trabajo, a dedicar más tiempo, a dedicar casi las 24 horas del día a mi trabajo, si las venía dedicando durante todo el tiempo del período especial, ahora dedico cada segundo y lucho más que nunca, además, me siento, por suerte, mejor que nunca, porque estoy más disciplinado y hago más ejercicios [Aplausos].

Han dicho Parkinson, y recuerdo que al otro día de la caída, me habían dicho fisuras, plural, en la parte superior del húmero, y cuando lo fui a escribir para informar lo ocurrido, me dicen:“No, porque fisura en plural es fractura.”A esa hora no tenía ya más remedio que decir:“Pongan fisura, que yo le voy a explicar al pueblo que no había fisura, que había fisuras.”Incluso lo hubiera dicho, porque así, en cualquier circunstancia, no temo al enemigo; creía que estaba en plenas facultades, que el problema era un accidente, no me había dado en la cabeza, si me doy en la cabeza seguramente no estaría aquí; monté en una ambulancia y vine para acá, donde, primero, me hicieron una rótula nueva con los ocho fragmentos de la anterior y todas las demás cosas.Aquellos que me han matado tantas veces estarían casi felices; pero han sufrido desilusiones tras desilusiones, y me han obligado a un trabajo duro en la cuestión de la rehabilitación, y todos los días, para que funcione mejor esa rótula.Y vaya usted a saber: dos litros de sangre se derramaron en el interior del hombro y la parte superior del brazo, que no aparecían en la imagen radiográfica.

He hecho esfuerzos, o sigo haciéndolos. Lo que he aprendido es que hasta el último segundo voy a estar haciendo ejercicios, no descuido nada, y tengo más voluntad que nunca para comer lo que debo y no comer un gramo más de lo que debo.

Ahora dicen que la CIA descubrió que yo tenía Parkinson.Eso es como aquel tipejo que descubrió que yo era el hombre más rico del mundo.¡Qué metedura de pata! Es una cuentecita que tengo pendiente.A ustedes les cuento que no he hablado de eso porque en los últimos tiempos no he tenido un espacio televisivo libre:Posada Carriles por acá, el bandidismo por allá, millones de cosas.Pero esa cuentecita se la tengo guardadita, tienen perdida la pelea, y el tipejo y todos los que lo apoyaron van a pasar un mal rato por haber metido el delicadísimo pie, andan ahora que no hallan qué hacer, tal vez el único recurso que les queda es rectificar.

Dijeron que tenía Parkinson. Cuando usted está haciendo el ejercicio, claro, el brazo lo tiene que ir fortaleciendo músculo a músculo.¿Cuántas personas yo no he tenido que saludar?Miles, y algunos llegan y arrancan el brazo, usted no se puede desquitar.Tiene que hacer como algunos, que cuando usted los toca por ahí ponen el hombro duro para que crean que está fortísimo y que es de hierro.Cada vez que me dan la mano hago eso.Ya este tiene más fuerza que este (Señala el brazo derecho).¿Qué les parece?

Pero la CIA había descubierto que tenía Parkinson.Bueno, no importa si me da Parkinson.El Papa tenía Parkinson y el Papa estuvo un montón de años recorriendo el mundo, tenía gran voluntad, le hicieron atentados, y yo hice así:“Deja ver cómo está el Parkinson mío, déjame apuntar (Apunta con el dedo índice fijamente) (Aplausos y exclamaciones), y entonces digo:Esa es la derecha.

Siempre he tenido buena puntería, fue una suerte, y la he conservado, sin mirilla telescópica, ¿no?, desde luego.

Al otro día del accidente, a usted que lo enviaron a un hospital, lo sacan de allí, lo llevan a otro punto, usted no protesta, pero sabe todo lo que están haciendo con usted, porque conmigo hubo que discutir la operación, y qué hacían en la rodilla y cómo lo hacían; qué hacían con el brazo, y dije:“Me ponen anestesia local”, porque si realmente no me siento en condiciones de hacer algo, llamo al Partido y digo:“Miren, no me siento en condiciones de hacer algo.”Por eso les he hecho críticas a los médicos, porque la gravedad de algunas cosas la redujeron un poquito.Este, cirugía, bien; este, rehabilitación, expresé:“Bueno, al fin y al cabo no voy a pitchear en el próximo campeonato de pelota ni voy a participar en las olimpiadas”, dije: Era mucho más peligroso someterse a una operación, clavos y veinte cosas.A una persona de 20 ó 25 años tienen que hacerle eso; pero en fin, había que hacer lo correcto, y si usted piensa que no está en condiciones de cumplir el deber, decir: “Me está ocurriendo esto, por favor, alguien que asuma el mando, yo no puedo en estas circunstancias.” Si voy a morir muero, si no muero y recobro las facultades, de todas formas uno tiene alguna experiencia, uno tiene cierta autoridad y no ganada con la mentira y el deshonor.Tenía que preocuparme de esas cosas en aquel momento.

Una vez dije que el día que muera de verdad nadie lo iba a creer, podía andar como el Cid Campeador, que ya muerto lo llevaban a caballo ganando batallas.

No hay que confiar nunca en el imperialismo, es traidor y capaz de cualquier cosa: torturas en Guantánamo, torturas en las prisiones de Iraq, cárceles de torturas en países exsocialistas, usa fósforo vivo, y después afirma: “Es la más inocente y legítima de las armas.” En cualquier circunstancia es de suponer que usted en mi caso disponga de un arma y esté en condiciones de usarla.Cumplo ese principio.Dispongo de una Browning, de 15 tiros.He disparado mucho en mi vida.

Lo primero que quise ver fue si mi brazo tenía fuerza para manejar esa arma que yo siempre usé.Esa está al lado de uno, usted la tiene. Moví el peine, la cargué, le puse el seguro, se lo quité, le saqué el peine, le saqué la bala, y dije:Tranquilo.Eso fue al día siguiente.Me sentía con fuerza para disparar.

Tenemos medidas tomadas y medidas previstas para que no haya sorpresa, y nuestro pueblo debe saber con exactitud qué hacer en cada caso. Fíjense bien, hay que saber qué hacer en cada caso.

No vamos a describir, no le vamos a contar a “Bushecito” qué medidas tenemos previstas.Si le puedo decir: “Mire, caballerito, se va a reventar, si es que no le han lanzado antes una patada y lo sacan de ahí por violar las leyes de Estados Unidos.” Se le está rebelando todo el mundo, no encuentran más que delitos, delitos, delitos y delitos.

Yo no quiero hoy —y ojalá no tenga que hacerlo— sugerirle a la CIA, que está investigando mi salud y el supuesto Parkinson, unas cuantas investigaciones en torno al emperador. No creo que haya necesidad de hacerlo.

Mi propósito no son ofensas personales. Les digo lo que les digo porque reflejan conceptos, reflejan desprecio, reflejan la idea clara que tenemos de la mediocridad, de la estupidez y de muchas cosas más; pero no deseo abordar ciertos temas, tenemos abundantísimo material, y le podemos sugerir a la CIA—que está muy brava, por cierto, porque la han desconocido, la han humillado— algunas investigaciones sobre la salud del emperador.Desde luego, tampoco la CIA ha dicho una palabra de cómo entró Posada Carriles en Estados Unidos. ¡Nadie, nadie, nadie!

Les hice una pregunta, compañeros estudiantes, que no he olvidado, ni mucho menos, y pretendo que ustedes no la olviden nunca, pero es la pregunta que dejo ahí ante las experiencias históricas que se han conocido, y les pido a todos, sin excepción, que reflexionen: ¿Puede ser o no irreversible un proceso revolucionario?, ¿cuáles serían las ideas o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?Cuando los que fueron de los primeros, los veteranos, vayan desapareciendo y dando lugar a nuevas generaciones de líderes, ¿qué hacer y cómo hacerlo? Si nosotros, al fin y al cabo, hemos sido testigos de muchos errores, y ni cuenta nos dimos.

Es tremendo el poder que tiene un dirigente cuando goza de la confianza de las masas, cuando confían en su capacidad.Son terribles las consecuencias de un error de los que más autoridad tienen, y eso ha pasado más de una vez en los procesos revolucionarios.

Son cosas que uno medita.Estudia la historia, qué pasó aquí, qué pasó allí, qué pasó allá, medita lo que ocurrió hoy y lo que ocurrirá mañana, hacia dónde conducen los procesos de cada país, por dónde marchará el nuestro, cómo marchará, qué papel jugará Cuba en ese proceso.

El país ha tenido limitaciones de recursos, muchísimas; pero este país no ha hecho más que despilfarrar recursos, tranquilamente, y así, mientras a ustedes les daban un jaboncito que no tenía olor, y pasta de dientes para que se lavaran la boca, disciplinadamente, cada mes, no sé cuánto, aunque descuidaron la atención en algunas escuelas a determinadas actividades que dieron lugar, por ejemplo, a la excelentísima dentadura de nuestros jóvenes, y hasta descuidos de ese tipo existieron.Hubo quienes creyeron que con métodos capitalistas iban a construir el socialismo.Es uno de los grandes errores históricos.No quiero hablar de eso, no quiero teorizar; pero tengo infinidad de ejemplos de que no se dio pie con bola en muchas cosas que se hicieron, quienes se suponían teóricos, que se habían empanfletado hasta el tuétano de los huesos en los libros de Marx, Engels, Lenin y todos los demás.

Fue por eso que dije aquella palabra de que uno de nuestros mayores errores al principio, y muchas veces a lo largo de la Revolución, fue creer que alguien sabía cómo se construía el socialismo.

Hoy tenemos ideas, a mi juicio, bastante claras, de cómo se debe construir el socialismo, pero necesitamos muchas ideas bien claras y muchas preguntas dirigidas a ustedes, que son los responsables, acerca de cómo se puede preservar o se preservará en el futuro el socialismo.

¿Qué sociedad sería esta, o qué digna de alegría cuando nos reunimos en un lugar como este, un día como este, si no supiéramos un mínimo de lo que debe saberse, para que en esta isla heroica, este pueblo heroico, este pueblo que ha escrito páginas no escritas por ningún otro en la historia de la humanidad preserve la Revolución? No piensen ustedes que quien les habla es un vanidoso, un charlatán, alguien que le gusta el bluff.

Han pasado 46 años y la historia de este país se conoce, los habitantes de este país la conocen; la de aquel imperio vecino también, su tamaño, su poder, su fuerza, su riqueza, su tecnología, su dominio sobre el Banco Mundial, su dominio sobre el Fondo Monetario, su dominio sobre las finanzas mundiales, ese país que nos ha impuesto el más férreo e increíble bloqueo, del cual se habló allá en las Naciones Unidas y Cuba recibió el apoyo de 182 países que pasaron y votaron libremente por encima de los riesgos de votar abiertamente contra ese imperio. Eso lo logra la isla, y no cuando tenía el apoyo del campo socialista de Europa, cuando ese campo socialista desapareció, y cuando la URSS también se derrumbó. No solo hicimos esta Revolución con nuestro propio riesgo durante un montón de años, en determinado momento, habíamos llegado a la convicción de que jamás si éramos atacados directamente por Estados Unidos lucharían por nosotros, ni podíamos pedirlo.

Con el desarrollo de las tecnologías modernas era ingenuo pensar o pedir o esperar que aquella potencia luchara contra la otra, si intervenía en la islita que estaba aquí a 90 millas, y llegamos a la convicción total de que ese apoyo jamás ocurriría.Algo más: se lo preguntamos un día directamente varios años antes de su desaparición: “Dígannoslo francamente.” “No.” Respondieron lo que sabíamos que iban a responder y entonces, más que nunca, aceleramos el desarrollo de nuestra concepción y perfeccionamos las ideas tácticas y estratégicas con las cuales triunfó esta Revolución y venció, con una fuerza que inicia su lucha con siete hombres armados, contra un enemigo que disponía de 80 000 hombres, entre marinos, soldados, policías, etcétera, tanques, aviones, cuanta arma moderna para aquella época podía poseerse, era infinita la diferencia entre nuestras armas y las armas que tenía aquella fuerza armada, entrenada por Estados Unidos, apoyada por Estados Unidos y suministrada por Estados Unidos.Más que nunca, después de la respuesta, nos arraigamos en nuestras concepciones, las profundizamos y nos fortalecimos al nivel tal que nos permite afirmar hoy que este país militarmente es invulnerable y no en virtud de armas de destrucción masiva.

Les sobran a ellos todos los tanques, y a nosotros no nos sobra ninguno, ¡ninguno! Toda su tecnología se derrumba, es hielo al mediodía en medio de un parque caluroso. Y otra vez, como cuando teníamos siete fusilitos y pocas balas. Hoy tenemos mucho más que siete fusiles, tenemos todo un pueblo que ha aprendido a manejar las armas; todo un pueblo que, a pesar de nuestros errores, posee tal nivel de cultura, conocimiento y conciencia que jamás permitiría que este país vuelva a ser una colonia de ellos.

Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra." [...]


martes, 21 de septiembre de 2010

El 0'7% y la ayuda al subdesarrollo

"Cuando di de comer a los pobres me llamaron santo,
cuando pregunté por qué había pobres me llamaron comunista".
H. Cámara, obispo brasileño.

¿Se puede estar en contra de la limosna? Yo lo estoy.

No creo que se pueda estar en contra de que una persona consiga comer a duras penas. El problema fundamental de la limosna es que establece una relación perversa. El que tiene mucho da al que no tiene nada algo de lo que le sobra. Es una relación de sumisión, de dependencia, no de solidaridad.

Una relación verdaderamente solidaria se basaría en que ambas personas tengan ni más ni menos que lo que necesitan mediante una ayuda recíproca. No se nos ocurriría darle a nuestros hermanos o a nuestros padres un euro si se ven en la calle; les daremos lo que necesiten dentro de lo que está en nuestra mano para que vivan dignamente[1]. Lo que necesita un mendigo no es algo de dinero para llegar al día siguiente vivo, sino acceder a medios para garantizar su subsistencia en condiciones dignas.

¿Se puede estar en contra del 0'7%? Yo lo estoy.

No creo que se pueda estar en contra de los Objetivos del Milenio a grandes rasgos. El problema es que, aunque sea imperceptible cuando se definen con brocha gorda, los objetivos del milenio y la idea del 0'7% esconden esa misma perversión, pero de forma más sutil y cruel si cabe.

La izquierda de los países del capitalismo desarrollado se llena la boca con esta idea del 0'7%. Pero nadie se suele parar a leer la letra pequeña de ese concepto. Yo el primero, y por eso comparto esta reflexión tomada del máster que hice en Derechos Humanos, Interculturalidad y Desarrollo.

No solemos cuestionarnos las palabras. Cuando un concepto se usa habitualmente, lo adoptamos como propio acríticamente. Lo empleamos para que nuestro discurso sea políticamente correcto, sin caer en la cuenta de que las palabras dicen más de lo que dicen.

Siete de cada diez conceptos en las ciencias sociales han sido elaborados en think tanks. Hablamos de países en vías de desarrollo, sin caer en la cuenta de que esos países empobrecidos suelen ir más en vías del subdesarrollo que del desarrollo; hablamos de desarrollo sostenible, presuponiendo que el crecimiento insostenible también merece el calificativo de desarrollo; o de alianza de civilizaciones (concepto defendido sin pena ni gloria por Zapatero), como si los problemas del mundo vinieran de los choques culturales y no de los conflictos entre intereses objetivos. Colando estos conceptos, los neoliberales suplantaron nuestra forma de interpretar el mundo por nosotras y nosotros mismos.

Del mismo modo, la idea del 0'7% esconde, no la erradicación de la pobreza, sino reducir a la mitad la pobreza extrema. Esto es, erradicar la mitad de la pobreza bajo el umbral de 1 euro al día basándose en los indicadores de 1990. Si tienes un euro al día y no tienes acceso a la tierra, al trabajo, a una vivienda, serás pobre igualmente, pero no entras en el cómputo de ese 0'7%. Eso por no decir que, cínicamente, la ONU ni siquiera se marca como objetivo erradicar esa pobreza extrema completamente, sino reducirla a la mitad, con lo que acepta implícitamente que la mitad de quienes entran en ese concepto morirá de hambre (aun en el hipotético caso de que se cumplieran los objetivos).

Y, para colmo, las cifras en torno al objetivo del 0'7% están maquilladas. En el cómputo de ayuda a los países pobres, los países ricos suelen incluir no sólo lo que dan en ayuda, sino lo que dejan de cobrar. Es decir, que si un país pobre tiene una deuda con España que España sabe que no va a cobrar, España perdona esa deuda y la incluye en el cómputo de ayuda al desarrollo como si hubiera cooperado positivamente a la mejora del país.

Pero eso no es lo peor. Lo peor es que son los países empobrecidos los que ayudan al desarrollo de los países ricos, aportando mucho más en concepto de deuda externa que lo que reciben en concepto de ayuda al desarrollo. La deuda externa es su ayuda a su propio subdesarrollo.

La única forma de erradicar la pobreza (sin más adjetivos) es crear relaciones solidarias, recíprocas, altruistas, entre todos los seres humanos olvidando las fronteras que los propios seres humanos creamos. El amor es, por tanto, la única receta posible. Y como dice Frei Betto, "el socialismo es la forma política del amor".




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[1] Las sociedades divididas en clases marcan límites a esa solidaridad para acumular más y más poder en un grupo pequeño de personas: la familia. Dentro de la familia existen relaciones solidarias, de reciprocidad. Tu abuela no te pedirá nada a cambio de un zumo de naranja, porque desea tu bien y quiere que te lo tomes (prima el valor de uso). Fuera de este ámbito, la relación es de intercambio, y si quieres un zumo tendrás que pagarlo, porque es una mercancía (prima el valor de cambio). El Código Civil establece el deber de alimentos entre familiares, es decir, el deber legal de garantizar a tu familia más cercana alimento, ropa y casa. Fuera de ahí, búscate la vida.

sábado, 14 de agosto de 2010

Los errores

Marta Harnecker analiza en 3 vídeos (de una serie de 14) algunas de las desviaciones que todo ser viviente de izquierdas reproduce en mayor o menor grado partiendo del análisis de la experiencia latinoamericana. Así que si eres de izquierdas yo te diría que te tomaras uno después de cada comida (y si puede ser en grupo, mejor). Seguro que hay muchas cosas que te suenan.

En el segundo capítulo de la serie, primera del apartado "Los errores", la escritora chilena habla del vanguardismo, de la tendencia a copiar modelos, el teoricismo, el dogmatismo y el estrategismo.



En el siguiente, habla del subjetivismo y de la concepción de la revolución como asalto al poder.


En el siguiente habla de la desvalorización de la democracia, de la concepción de los movimientos sociales como meras correas de transmisión del partido y la visión del cristianismo como el opio del pueblo.



El libro que cita, La izquierda en el umbral del Siglo XXI, puedes descargarlo en La Caja de Herramientas

lunes, 19 de julio de 2010

La generación que sabía demasiado

He visto en las noticias que la mayoría de los estudiantes universitarios tardan en torno a 3 años en encontrar trabajo. La parte positiva eran los que compaginan estudios y trabajo (que suelen conservar el trabajo después de titulados); y los estudiantes más cualificados, que encuentran trabajo en pocos meses. Será que estoy en este grupo gracias a mi Licenciatura y mi Máster, porque en los últimos tres meses me ha llegado una oferta de empleo: de teleoperador.

A su vez, los titulados universitarios encuentran trabajo más tarde que los no titulados. Bolonia acabará con la sobrecualificación, y todos nos alegramos, porque no es bueno saber más de lo que se debe saber. Pero llegué tarde, y para mi desgracia, hice una Licenciatura. Si hubiera hecho un Grado, ya estaría trabajando.

Bolonia se está implantando gracias a determinados conceptos muy significativos, pero a los que se le ha cambiado el significado. Sabiendo esto, es fácil entender de qué va la cosa, si se siguen unas reglas básicas:
1. Donde pone 'Sociedad' entiéndase 'Mercado'.
2. Donde pone 'Movilidad' y 'Homologación', entiéndase 'apertura al mercado de servicios educativos de Inglaterra y Alemania, y promoción de la fuga de cerebros'.
3. Donde pone 'Excelencia' entiendase 'lucha a machete entre personas o instituciones para dilucidar quién es de primera y quién es de tercera'.
4. Donde pone 'economía basada en el conocimiento' entiéndase 'prepararse para una lucha interimperialista por la tasa de ganancia mundial basada en el desarrollo técnico'.
5. Donde pone 'aprender a aprender' entiéndase 'preparase para no ver un trabajo fijo ni en pintura'.
6. Donde pone 'adaptarse a los cambios de la sociedad' entiéndase 'adaptarse al fin del Estado del Bienestar'.
7. Donde pone 'adaptarse a los cambios en el mercado laboral' entiéndase 'hay más jefes que indios, y necesitamos más precarios que fijos'.
El Informe Bricall, en 1998 -antes de aprobarse la Declaración de Bolonia- ya demostraba empíricamente que había un exceso de stock (sic) de estudiantes cualificados en España.

No es irracional pensar que la gente está más preparada de lo que debería. Racional es todo aquello que es coherente con unos intereses determinados. Si yo pensara, por ejemplo, que la humanidad no merece vivir, subirme a un campanario con una metralleta sería un acto racional. Del mismo modo, una sociedad con personas más cualificadas de las que el mercado requiere, es irracional para el mercado.

Es una cuestión de intereses. Y el problema es que, rellenando con sus intereses el contenido de los conceptos que usamos para interpretar la realidad y para pensarla, acabamos entendiendo y defendiendo sus intereses como si fueran los nuestros.

Si tenemos claro que nuestro interés fundamental pasa por la dignidad humana, por la posibilidad de alcanzar las mayores cotas de realización personal y social posibles, es el mercado lo que resulta irracional, el que frena el desarrollo humano. Y estudiar, formarse, cualificarse, se convierte casi en un deber moral de toda persona para toda la vida con el fin de lograr mayores niveles de dignidad individual y colectiva.

Fruto de esa ilusión, de la idea de dignidad humana, mi generación estudió en el marco de un Estado del Bienestar de cartón piedra para el que nos prepararon, y cuando nos tocaba pedir la palabra, nos topamos con la resaca neoliberal y el FMI metido en la cocina. Padecimos unas expectativas equivocadas, y ahora gozamos de un exceso de dignidad, y la dignidad ni es rentable ni es eficiente para el mercado.

Yo por lo pronto seguiré estudiando. No sé qué, ni para qué, pero seguiré estudiando. Igual me hago doctor.

domingo, 11 de julio de 2010

De terrorismos, disidencias y milagros milagrosos

Moratinos estuvo en Cuba la semana pasada para promover -junto a la Iglesia Católica- la liberación de un grupo de 52 periodistas independientes, detenidos por conspirar contra el Estado cubano.

Cuando detuvieron al grupo, después de reiteradas reuniones con el director de la oficina de intereses de EEUU, sólo cuatro de los detenidos eran periodistas titulados... y de esos cuatro resultó que sólo uno no pertenecía a los servicios de inteligencia cubanos. Y ¿de qué dependían? Porque por muy independiente que se sea, todo el mundo tiene que comer (y eso implica que todo el mundo tiene intereses).

En el documental Looking for Fidel (Oliver Stone, 2003), Fidel cuenta una de sus formas de financiación: los periodistas dependen de Cubanet, que depende de la USAID[1], y a su vez esta depende de la CIA.

Disienten por convicción o por financiación, pero todos los que han estado presos han cometido delitos tipificados en el código penal. Pero ¡será por liberar presos! Cuba liberó a miles de guerrilleros contrarrevolucionarios financiados por EE.UU. -que los acogió consecuentemente- tras el triunfo de la Revolución, liberó al millar de mercenarios que invadieron Bahía de Cochinos a cambio de alimentos y medicinas, y así hasta el infinito y más allá. Después los medios de la oligarquía mundial lo contarán al revés, como siempre, convirtiendo a las víctimas en victimarios.

Pero si me dan a elegir, de entre todas las vidas de disidentes liberados yo escojo la de Armando Valladares. Estuvo en prisión un par de décadas, según cuenta, por haberse negado a pegar en su escritorio una pegatina a favor de la Revolución. Según el gobierno cubano, había trabajado como policía en el régimen del dictador Fulgencio Batista y fue detenido acusado de delitos contra la seguridad del Estado, a causa de la colocación de cajetillas de tabaco rellenas de explosivos en lugares públicos de La Habana, como parte de una célula terrorista.

Más tarde, saltaría a la opinión pública internacional por su libro de poemas Desde mi silla de ruedas, convirtiendo a Valladares no sólo en un preso de conciencia, sino además poeta y además paralítico. Las campañas de apoyo internacional alcanzaron tal nivel que el filósofo Régis Debray acudió a Cuba en representación del gobierno de François Mitterrand para pedir su liberación.

Tras el diagnóstico médico de que Valladares estaba simulando su discapacidad, decidieron ponerle cámaras en su celda, y resultó que por la noche se metía en el baño y se ponía a hacer ejercicios para desentumecerse las piernas. Así que Cuba decidió excarcelar a Valladares, pero le pusieron una sola condición: que se subiera andando al avión, y que se bajara también andando[2].

Y Valladares no sólo volvió a andar, sino que se fue a vivir en EE.UU. y Ronald Reagan lo nombró embajador de los EE.UU. en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Y sólo Dios sabe si será santo algún día, porque un milagro de esa envergadura bien vale un rinconcito privilegiado en el cielo.


[1] Estado de Sitio, de Costa Gavras, cuenta el papel de este organismo gubernamental en la dictadura Uruguaya.
[2] Fidel cuenta el caso de una forma muy graciosa en una entrevista de Ignacio Ramonet publicada en el libro Una biografía a dos voces y en el capítulo sobre los "disidentes" de la serie Moi, Fidel, rodado por Ramonet para una productora francesa y que rula por las redes P2P.

domingo, 4 de julio de 2010

La interpretación constitucional (y la madre que la parió)

Cuando estudié Derecho me enseñaron que el Tribunal Constitucional era un ente separado del resto de los mortales, que interpretaba una norma casi intocable. Abajo quedaba lo mundano, lo humano, lo político, lo imperfecto. Uno se imaginaba a los magistrados aislados de la sociedad, metidos en una cajita envueltos en alcanfor y corcholina y que salían en los momentos importantes para interpretar las palabras de un espíritu: el espíritu del 78.

Con el tiempo, uno va perdiendo la fe en la dogmática jurídica, así que este cuento pierde sentido cuando te acabas dando cuenta de que el Derecho es un mecanismo para invisibilizar las lucha de intereses que de forma conflictiva concurren en la sociedad, haciendo que el Estado proclame cuál es el interés que el propio Estado considera "la verdad". El campo jurídico no es sino una inmensa maquinaria de maquillaje, en la que sus técnicos se encargan de dar coherencia formal a la resolución del conflicto, haciendo que esa verdad (fruto de la lucha de intereses) aparezca como la "natural" o la más "lógica".

Para ello, se crean mecanismos que formalmente separan a los jueces de estos intereses contradictorios. Para nombrar al Constitucional, la responsabilidad se reparte entre distintos órganos separados formalmente. Según el artículo 159 CE serán nombrados por el rey 12 magistrados de entre profesionales del Derecho con al menos 15 años de experiencia profesional y reconocido prestigio:
- 4 propuestos por 3/5 del Congreso (compuesto este por dos fuerzas políticas: los colorados y los azules).
- 4 propuestos por 3/5 del Senado (compuesto por igual o similar proporción de colorados y azules).
- 2 propuestos por el Gobierno, compuesto o por los colorados o por los azules (el color corresponderá con el que tenga mayoría en Congreso y Senado).
- 2 propuestos por el Consejo General del Poder Judicial, órgano técnico que está compuesto por 20 miembros, de los cuales 4 son nombrados por 3/5 del Congreso, 4 por 3/5 del Senado y 12 propuestos por las asociaciones profesionales (una de tinte colorado tirando a azulón, y la otra de color azul fluorescente).

Esta es nuestra curiosa división de poderes, en la que quien gana el Congreso, gana el Senado, gana el Gobierno y consigue la hegemonía en el CGPJ. Por eso se habla de jueces "progresistas" (colorados) y "conservadores" (azules). Fundamentalmente, porque en el debate constitucional los partidos de derechas se empecinaron en que los jueces no debían tener filiación política. Decía Fraga que no sólo debían ser honrados, sino parecerlo (por eso las asociaciones profesionales sustituyen formalmente a los partidos en este ámbito).

El Tribunal Constitucional es un tribunal de excepción. En EEUU, por ejemplo, son los propios jueces ordinarios los que interpretan la constitucionalidad de las leyes. El Constitucional es un órgano creado para los Estados con un patente peligro de guerra civil, o que vienen de una guerra civil. Es un mecanismo para garantizar consensos, ya que los plazos de nombramiento del TC no coinciden con los plazos de nombramiento de los demás órganos políticos, con lo que la oposición colorada o azul tendrá que estar de acuerdo en las cuestiones importantes que se deciden en los demás órganos del Estado. El TC es un legislador en negativo, en tanto que decide qué ley deja de tener validez.

Pero para mí, lo más significativo de lo que ha pasado con el Estatut no es su politización, porque es algo que presumo de todo ser viviente, sea o no consciente de ello, y porque volverá a manifestarse pronto teniendo en cuenta la estrategia del PP. Son las paradojas de la derecha, que al final es quien más se esfuerza por romper España.

Para mí lo más significativo de todo esto es la tremenda paradoja que se ha creado entre lo constitucional y lo democrático. Un texto aprobado en referéndum y por los órganos democráticos tanto catalanes como del Estado ha resultado no ser constitucional. Es decir, que mediante una maraña formal, mediante una ficción jurídica, el órgano garante de la democracia ha decidido que una decisión mayoritaria del pueblo no es democrática. El "espíritu del 78" es quien decide por los seres humanos reales. Compañer@s juristas, tomando en cuenta los últimos sucesos...