Después de crear algunos blogs incomprendidos (incluso por mí), tales como "El club de fans del Chapulín Colorado" o "Bin Laden son los padres", he decidido volverme a hacer un blog ahora que ya no está de moda, y que parece que voy a estar en paro por los siglos de los siglos (y, claro, eso da tiempo para pensar).
Nunca he creído que tenga algo especialmente interesante que contarle al mundo, pero llevo dos años sin antena de televisión, y cuando voy a alguna casa con la caja tonta funcionando me doy cuenta de que hay mucha gente que cuenta cosas menos interesante todavía, y ahí están, narrando con quien fornicaron ayer o repitiendo de forma machacona que el mundo funciona de la mejor manera posible.
Así que he decidido compartir mis pamplinas informáticas, mis necedades silviófilas y/o mis burocratadas jurídicas, desde la más que difícil aspiración de crear un blog que hasta yo leería. Sea pues.